jueves, 17 de enero de 2008

La buena cocina comienza en un buen mercado

La Boquería

Posiblemente ..... el mejor mercado de España.

Para mi‚ ninguna visita turística está completa si no visito alguno de sus mercados, me da ciertas notas culturales de la zona que visito. El de La Boquería es el que más me ha impresionado.



Situado en Las Ramblas de Barcelona, muy cerca del Teatro del Liceo, tiene unos 6.000 m² en once pasillos.

Unos 300 puestos dan vida a este concurrido mercado, donde conviven los barceloneses, de toda clase y condición, con los turistas, la mayoría de ellos impresionados por la exuberancia de los productos frescos que se muestran.

Ya en la Edad Media se organizaba un mercado ambulante en las Ramblas, principal arteria de la ciudad. Frente a la antigua muralla, los tenderos se reunían para ofrecer a los barceloneses sus mejores carnes, aunque el género fue ampliándose poco a poco a otros productos frescos.

En 1840 se inauguró el mercado cubierto de San José (es el nombre oficial de la Boqueria) y en 1853 llegarían los típicos puestos de floristas a las Ramblas que se pueden ver a la salida del mercado.


El arte presentado en cada puesto cambia con cada una de las estaciones del año.
La exposición de los productos es fantástica, no hay más que dar un pequeño paseo por sus galerías para disfrutar de una fiesta de colores, sabores y aromas.

Su especialización es tal que podemos encontrar comercios que se dedican exclusivamente a un solo alimento: es el caso del plátano, los huevos las setas o el bacalao.
Las fruterías, pescaderías, charcuterías y carnicerías de toda la vida conviven con puestos que se dedican sólo a los chocolates y bombones, los quesos, los frutos secos, las hierbas aromáticas o las legumbres.

Ningún alimento falta a la cita con el mercado. Desde productos habituales en cualquier galería comercial hasta artículos gourmet menos comunes (por ejemplo, podemos encontrar Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas, así como todo tipo de frutas exóticas, zumos naturales, dulces, mariscos...), sin olvidarnos de la gastronomía típicamente catalana: butifarra, vinos y cavas, arroz, manzanas, salchichón y calçots. Como se suele decir: lo que no halles en la Boqueria, no lo encontrarás en ningún otro sitio.


Si pasáis por Barcelona, no olvidaros de visitar este fantástico monumento a la gastronomía.

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