En esta época prenavideña podemos encontrar en el mercado algunas aves distintas a las habituales pollo , pavo, codornices y picantones que encontramos fácilmente durante todo el año.
Dar un toque de distinción en nuestra mesa cocinando aves de calidad es sencillo si obtenemos la adecuada materia prima.
Os animo a atreveros a experimentar con carnes como la de la pintada o gallina de Guinea , el faisán, la pularda o la perdiz. Aves de muy alta calidad, de carne delicada y gustosas, capaz de conquistar el paladar de cualquier comensal, lo cual explica su precio, que suele ser algo elevado.
El faisán:
Está considerado como ave de caza, aunque hoy también se cría en granjas. Los mejores son los ejemplares de 1 año y, como ocurre con la mayoría de las aves, la carne de las hembras es más sabrosa que la de los machos, aunque su aspecto externo resulta menos vistoso.
Admite las mismas preparaciones que el pollo, aunque conviene albardarlo con tocino para evitar que se reseque
Suele pesar unos 800 gr. y tiene un precio aproximado de 12 Euros/ Unidad
La pularda:
Es la hembra del pollo que, antes de la primera puesta, se ceba con excelentes alimentos. Vive recluida en la oscuridad y condenada a una inmovilidad absoluta. Ello hace su carne mucho más suculenta que la del pollo y más fina que la del capón.
Resulta excelente asada -con o sin relleno-, cocida, a la crema o al cava. Es un ave que se adapta de maravilla a todas las preparaciones del pollo
Suele pesar de 2 a 2,5 Kg y su precio está en unos 6 euros/kg.
Al igual que la codorniz, es un ave de caza que también se ha sabido adaptar a la cría en granjas. Son más sabrosas las hembras que los machos, éstos se distinguen por un botón que tienen en la pata
Pesa unos 300 Gr. y su precio es de unos 8 euros / Unidad.
La pintada o gallina de Guinea:
Es muy semejante a la gallina. Tiene un plumaje de color gris con manchas blancas pero, al contrario que la gallina, es un ave que nunca se ha domesticado por completo, ya que necesita espacios amplios para vivir. Su carne tiene un gusto que recuerda algo a la caza, y se vuelve más seca a medida que el animal envejece.
Su carne resulta muy fina para asados, aunque necesita la incorporación de un chaleco de buen tocino que le aporte jugosidad. Si se pone en su interior una manzana en gajos o un queso fresco, basta para convertirla en un manjar.
Pesa alrededor de 1 Kg.
Recetas:
Pechugas de faisán con colmenillas y salsa de foie
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